- Toda organización tiene una dimensión estética, en el sentido de formal, de disposición de su aspecto o figura
- Estética no es solo una palabra creativa, tiene una definición muy práctica con el mundo real
- La belleza es, junto a la verdad y la bondad, un radical humano
La estética o la forma es siempre parte de la cultura, ya sea personal u organizacional. La mayoría de las marcas entienden lo que significa el diseño de envases y su importancia en el comercio minorista, pero la estética de los estantes de una marca es solo una pequeña parte de lo que significa una marca. El diseño del producto en el estante es solo la punta de la flecha. La estética es el motor del diseño, se adentra en el ADN de la marca y se extiende a todos los puntos de contacto.
La dimensión estética es una dimensión fundamental de nuestra existencia. Está directamente relacionado con la creatividad, las artes, las humanidades… La belleza puede inspirar, liberar, generar emociones, sentimientos y despertar nuestra creatividad.
Crear y experimentar dentro de entornos innovadores es lo que caracteriza la actividad empresarial. Esta búsqueda e innovación continuas es común a artistas y empresarios “porque el empresario, como el artista, tiene necesidad de interpretar creativamente la realidad.
La empresa como realidad estética.
Las empresas dejan que los consumidores decidan su estética y significado. El trabajo de una marca es crear una estética superior, un sentido de lo que el consumidor no ha pensado y no sabía que quería. Encapsula todo lo que los consumidores quieren experimentar más allá de lo que se dan cuenta de que quieren. En el mejor de los casos, está al alcance, pero está fuera del alcance.
Nuestra estética cultural está fallando porque muchas marcas están diseñadas por personas que no están interesadas en promover la estética popular. Es una combinación perniciosa de empresas que priorizan la reducción de costos y consumidores que intentan exagerar su valor percibido. Esta es la razón por la que las pruebas y la homogeneización están destruyendo marcas y dejando a muchas empresas fuera del negocio.
La estética debe penetrar y trascender cada punto de contacto para transmitir una experiencia y un significado auténticos. No es solo un logotipo o un diseño de empaque, lo es todo. Al definir correctamente la estética que crea lo que realmente significa una marca, podemos potenciar la estética no solo para definir la marca, sino también para impulsar las ventas y mejorar la cultura.
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