- Sirven para optimizar tu el marketing de tu negocio
- Mejora cada elementos de tus campañas para publicar el mejor contenido
- Genera más beneficio con un tráfico constante
Para optimizar tu negocio, una herramienta infalible es realizar tests A/B. Con ellos podrás aprovechar hasta la última gota de tu presupuesto. Es una metodología muy sencilla de implementar que solo requiere de un poco de organización, constancia y disciplina. Mejora cada elemento de tus campañas de marketing y genera más beneficios con un tráfico constante.
¿Qué es un test A/B?
El A/B testing consiste en comparar dos versiones de una misma página web o aplicación para comprobar cuál de las dos versiones es más eficiente. Estas variaciones se llaman A y B, y se muestran de forma aleatoria a los distintos usuarios de la página web. Algunos de ellos verán la versión A y la parte restante verá la versión B.
Una vez mostradas las distintas versiones a los usuarios, un análisis estadístico hace posible testear la efectividad de cada variación con base en distintos indicadores de rendimiento como la tasa de conversión, el CTR, etc. Así podrás comprobar qué versión genera más clics, suscripciones, ventas y demás. Los resultados determinarán la versión ganadora y la que debe formar parte de tu estrategia de marketing definitiva.
¿Para qué sirven las pruebas A/B?
Las pruebas A/B tienen la misma función que cualquier metodología experimentar para mejorar los resultados, solo que suele ser más fácil y económico. Las tres funciones principales de las pruebas A/B son:
Arrojar información valiosa sobre lo que prefiere el usuario
La primera meta del A/B testing es averiguar qué es lo que prefieren los usuarios. Es decir, qué tipo de elementos o mensajes los vuelven más propensos a dar clic en un anuncio, convertirse en leads, concretar una compra o permanecer en una página web. Esta información sirve para ir mejorando el contenido sobre el que hiciste la prueba, y como guía para optimizar todos los contenidos posteriores.
Incrementar la tasa de conversión
Las pruebas A/B son una de las herramientas principales de la Optimización de Tasa de Conversión (CRO), que se refiere a una serie de mejoras sistemáticas para que un contenido genere más leads, suscripciones, conversiones, clic, etc.
Mejorar la experiencia del usuario
Las pruebas A/B permiten ir perfeccionando el contenido que le ofrecemos a nuestro visitantes para que su experiencia de usuario sea cada vez más personalizada y acorde a sus expectativas y necesidades.
Pasos para realizar un test A/B
1. Desglosar el proceso que quieres trabajar
Ver qué parte del proceso tiene una mayor necesidad de mejora y centrarte en esa página. El resto se podrá testear más adelante, tienes que poner atención en una primera pantalla. Es importante tener claro el objetivo de la página específica que vas a testear y no tanto en la página web complete. Ve paso a paso.
2. Analiza cómo funciona
Ya que has elegido la página en la que vas a realizar el test, hay que analizar cómo está funcionando ésta para intentar encontrar puntos de mejora. Mediante herramientas como Google Analytics, puedes realizar una comparativa de las diferentes páginas que forman tu página e intentar sacar concluisiones analizando los ratios obtenidos en cada una de ellas.
Lo mejor es analizar qué elementos conforman cada página e intuir cuál de ellos puede afectar a que la página que vamos a trabajar tenga un ratio inferior. El objetivo de esta frase es entender cómo se enfrenta el usuario a esa página y qué puede haber en el resto de páginas para que su rendimiento sea mejor.
3. Analiza los datos, establece las hipótesis
Puedes pensar que el motivo del menor ratio de conversión es porque el CTA está en un lado y no en el medio, porque no se destaca suficiente el incentivo que se ofrece al usuario por registrarse o porque la imagen que se muestra es poco atractiva. Incluso un hecho que parezca insignificante y puede variar mucho el ratio de conversión, es el color del botón que se presente. Hay que analizar diversas variaciones hasta encontrar qué opción te ofrece mejores resultados.
4. Prepara las diversas variaciones que se testearán
A esto le llamamos control a la página actual y variante a la nueva versión que se prepare. Es importante tener en cuenta que se tendrán que testear los elementos de uno en uno para poder estar seguros que la variación en los resultados obtenidos por ese motivo. Una vez se llega a una conclusión, se podrá testear otro elemento volviendo a empezar el proceso.
5. Plantear el test
Es el momento de determinar el tiempo que va a estar activo, cómo se va a distribuir el tráfico que llega a esa página en la diversas variantes y el nivel de significancia que interesa valorar teniendo siempre presente el volumen de visita que tienes.
6. Pon en marcha el test A/B
El tráfico se divide entre las diversas variaciones preparadas y se pueden ir analizando los resultados que se van obteniendo en cada caso y qué ratios se consiguen en cada caso.
7. El final del test
El test A/B se da por finalizado si se ha marcado una fecha específica para que finalice o, en caso de que se pueda, se mantiene hasta que haya suficiente volumen como para que se considere significativo. Una vez se para y los datos nos sirven para tomar conclusiones, tendremos que ver si la hipótesis que se plantearon en un inicio se cumplen o no.
8. Cambios
En caso de que el test A/B sea significativo, se tendrá que aplicar el cambio en la página tratada incorporando la variación que mejores resultados haya obtenido. En caso que los resultados no sean significativos, toca volver a empezar el proceso y desarrollar nuevas hipótesis hasta encontrar otros elementos que sí pueden tener un efecto directo en los resultados. También puede darse el caso que los resultados no sean significativos por tener un volumen demasiado pequeño, entonces necesitaremos mantener el test más tiempo o impulsar la página para recibir más visitas.
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