- Consumidores más exigentes, productos saludables y entregas muy rápidas
- Las demandas de los consumidores del sector de alimentación suelen ser mayores
- Garantía, devolución y experiencia son conceptos tradicionales que han servido para perder el miedo
Muchos sectores encuentran problemas y dudas de los consumidores al vender en línea, en el caso de la alimentación las dificultades han sido aún mayores desde el principio de los tiempos del E-commerce. Uno de los principales inconvenientes de la compra online para los clientes es no poder evaluar los productos por sí mismo.
En el caso de la comida, esto es aún más evidente. Las personas necesitan ver sus alimentos para poder comprarlos con mayor seguridad, y así asegurarse de que llegarán en buen estado. Las costumbre de comprar diario comida y la cercanía de los supermercados y tiendas de alimentación han hecho que las ventas en línea de alimentos y bebidas no hayan triunfado por ahora.
Tras la crisis por el coronavirus, el consumidor de alimentación online ha tomado la decisión de consumir en mayor medida por productos sanos y revisa su origen, otorgando más relevancia a los de proximidad. El internet ha transformado la forma de consumir productos y servicios.
Algo tan cotidiano como ir al supermercado se convirtió en un obstáculo para muchos consumidores. El sector del E-commerce de alimentación ha comenzado a crecer gracias a que el consumidor empezó a ver su clara conveniencia, como en las entregas de comida preparada a domicilio.
Las tiendas especializadas han reforzado el servicio en línea mediante tres garantías:
- Asegurar la frescura y selección de los productos, ante la conciencia global de una mejora en la dieta por salud.
- Remarcar la comodidad del servicio, tanto en momentos puntuales como en la opción de marcar envíos recurrentes de productos.
- Bajar los costos de envío en muchas tiendas.
El E-commerce de alimentos, llamado también e-grocery, le ha abierto las puertas a negocios menos conocidos o especializados, que pueden llegar a más público. Así como pequeñas marcas orientadas a productos más difíciles de encontrar en supermercados, como alimentos gluten, veganos, especializados, por país de origen, etc.
Consumidores más exigentes
Pese a que en un primer momento la adaptación a los canales online llegó por necesidad, muchos son los que han optado por realizar así sus compras de alimentos. Entre las virtudes de la compra en línea está el ahorro de tiempo, y las entregas programadas.
El perfil de los consumidores es cada vez más exigente y polarizado, pues demandan alimentos saludables, sostenibles y de proximidad en tiempos de entrega programados y se decantan por repartos ultra rápidos.
Productos frescos, saludables y de proximidad
Para los consumidores los productos frescos habían supuesto una de las principales barreras para comprar online. La confianza hacia los frescos ha ganado fuerza y los retailers se han esforzado por mejorar las entregas.
En cuanto a los tipos de alimentación más buscados, una de las tendencias de los consumidores es decantarse por alimentos más saludables. La crisis del coronavirus ha provocado que los consumidores se preocupen todavía más por su salud personal y sean más conscientes del tipo de alimentos que ingieren.
Facilidad de compra
El consumidor valora la inmediatez en los servicios de entrega. En esta escalada por reducir los plazos de reparto han surgido con éxito modelos de negocio que realizan entregas muy rápidas en las ciudades. También existen compañías que disponen de almacenes donde los clientes no entran, sino que son los empleados quienes realizan la compra al cliente tras recibir el pedido online.
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